REPORTAJE DE: Andrés R. Namihira
Pedir asilo político ya no es asunto exclusivo de guerras, ni de persecución política, ahora también por ataques a ciudadanos mexicanos homosexuales.
¨ En diciembre de 2004 solicité asilo político aquí en la ciudad de Toronto, Canadá, mi argumento fue basado en mi orientación sexual, basado en persecución…¨, dijo Leonardo Zúñiga mexicano homosexual que vive en Canadá.
El diputado David Sánchez Camacho del PRD comentó en entrevista que son miles los mexicanos de la población homosexual que están solicitando asilo político principalmente a países como Estados Unidos y Canadá debido a la persecución y a la violencia que sufren aquí en México.
En México, entre 1995 y 2004 han asesinado a 337 personas por homofobia, 322 hombres y 15 mujeres, eso según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.
Zúñiga dijo que dejó su país por que buscaba un lugar donde se le respetara y valorara como ser humano.
A las personas homosexuales se les discrimina en todos los ámbitos sociales: en la familia con la estigmatización, en la escuela con la burla, en el trabajo con el chantaje.
¨ De acuerdo a la encuesta que ha hecho la Sededol y el Conapred básicamente el 97% de la población homosexual se siente discriminada y más o menos el 47% de las personas no estarían dispuestos que un homosexual viviera en su casa…¨, aseguró el diputado Sánchez Camacho.
La discriminación se manifiesta con violencia social y puede terminar en asesinato a estos se les llama crímenes de odio.
Un crimen de odio puede ser desde una pedrada que no mate hasta negar el trabajo por que alguien parece muy amanerado o por que parece mujer y no lo es o por que parece hombre y no lo es.
Tanto a nivel federal como a nivel estatal la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emiten recomendaciones para quienes violentan los derechos humanos de la población lesbico gay bisexual y transgénero.
Según el diputado Sánchez Camacho quienes más protegen a la población homosexual son las personas quienes están más informadas, quienes han recibido una educación sexual temprana y quienes no tienen prejuicios ni tabúes.
Sin embargo a pesar de que hay muchas personas pidiendo asilo político debido a su orientación sexual, no es fácil conseguirlo, las personas que lo piden tienen que demostrar que están siendo perseguidas, tienen que demostrar que en México no consiguieron trabajo por su orientación sexual o que fueron despedidos por su orientación sexual y también deben demostrar que su vida corre peligro explicó David Sánchez Camacho.
La paulatina apertura de los países de América Latina hacia la comunidad homosexual ha hecho que países como Estados Unidos reduzca las concesiones de asilo político a este colectivo, publica The Washington Post.
Sin embargo, según abogados y activistas, en los últimos años México y otros países de América Latina han comenzado a liberalizar leyes en relación con la homosexualidad, a celebrar eventos específicos para este colectivo, como el Día del Orgullo Gay, y a elaborar planes para tratar de evitar la expansión del sida, todas estas iniciativas hacen cada vez más difícil que un homosexual pueda basar la petición de asilo en la discriminación que sufre en su país de origen.
La homofobia está muy extendida en la sociedad mexicana. Estadísticas muestran que sólo entre 2002 y 2007 han sido asesinadas 1000 personas en crímenes homo fóbicos, tal como reveló en mayo de 2007 la Cámara de Diputados mexicana, lo que convierte a México en el segundo país del mundo con mayor tasa de crímenes homo fóbicos.
Los crímenes son a menudo ignorados o investigados con poco interés por las fuerzas policiales, lo que da impunidad al delincuente en el 98% de los casos.
Otras formas de violencia menos graves se clasifican de la siguiente forma según un estudio de 2007 de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco: violencia verbal en el 32% de los casos, acoso sexual en el 18%, asalto en el 12%, seguimiento o persecución en el 12% y amenazas en el 11%. Según el estudio de la UAM, las discriminaciones más frecuentes fueron la no contratación en un empleo, 13 por ciento; amenaza de extorsión y detención por policías, 11 por ciento; y maltrato de empleados, 10 por ciento.
“Llevo 4 años y medio viviendo aquí en Canadá, no ha sido nada fácil…”, expresó Leonardo Zúñiga.
Dejar nuestro país por que otro puede ofrecer mejores posibilidades de respeto e integridad se llama exilio y el exilio es una manera dolorosa de vivir.
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